Me gustaría continuar con la importancia del movimiento que señalé en el post anterior pero esta vez desde otra perspectiva: entender el impulso vital de moverse en la infancia.
Quizás os resuenen alguna de estas frases o similares: "𝑬𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒊 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆 𝒎𝒖𝒆𝒗𝒆 𝒎𝒖𝒄𝒉𝒐", " 𝖄𝖆 𝖒𝖊 𝖉𝖎𝖈𝖊𝖘 𝖘𝖎 𝖙𝖊 𝖉𝖆 𝖒𝖚𝖈𝖍𝖆 𝖌𝖚𝖊𝖗𝖗𝖆 𝖊𝖓 𝖈𝖑𝖆𝖘𝖊 𝖕𝖔𝖗𝖖𝖚𝖊 𝖓𝖔 𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖖𝖚𝖎𝖊𝖙𝖔". Sin emitir ningún juicio ni culpa, estas son algunas frases que suelo escuchar desde la preocupación y el cariño de sus papás y/o mamás que vamos a analizar hoy en este artículo.
Hay que entender que este movimiento suele deberse generalmente a dos tipos de necesidad: responder a su impulso vital o es una personita que necesita atención. Hoy me voy a centrar en el primer caso...
La forma de aprender de la criatura en la primera infancia es muy diferente a la de la persona adulta. De 0-6 años necesita moverse para conocer el mundo que les rodea y a ell@s mism@s. Porque como dijo Giacomo Rizzolatti, el descubridor de las neuronas espejo, “El cerebro que actúa es un cerebro que comprende”.
Además el movimiento es una vía de escape a toda la energía⚡️ que poseen.
Por eso, y como podéis ver en la foto, en nuestras clases HAY MOVIMIENTO y lo canalizamos...
🌱incluyéndolos en nuestra actividad (sin perder el objetivo)
🌱siendo flexibles en la programación diaria adaptando el orden según las necesidades de cada grupo
🌱 dando libertad y confianza (con límites obvio) en el alumnado para que se exprese tal y como es
Porque si respetamos y partimos de sus necesidades, crearemos el ambiente ideal para que el aprendizaje sea el mejor ¿no creéis?😉