¿Cantar afinadamente es un don?

¡Hola ❤️🎹!   

¿Cantar afinadamente es un don? Esta pregunta es una creencia bastante generalizada en nuestra sociedad donde o nace con una voz angelical o cantar no es lo tuyo… ¿eres de los que piensas así?

Muchas mamás y papás me han comentado en nuestras clases de bebés en los que están presentes y necesitamos que canten, que les da vergüenza porque tienen un “oído frente al otro” y, lo que es peor, que cuando eran escolares, su profe de música les hizo un comentario desafortunado que les hizo que no cantaran más delante de otras personas… Sobre el daño que puede hacer una persona con su lenguaje que se considera “autoridad” por l@s peques… daría para otro artículo… Sigamos con el tema de hoy…

Gracias a la neurociencia, sabemos que el cerebro siempre busca mejorar su respuesta con el entorno, SIEMPRE, incluso para la música. Por eso, cantar afinadamente sólo requiere de exploración, intentos sin juicios y crear un entorno lleno de oportunidades.

 

Otro factor fundamental que nos desvela la neurociencia, es la importancia de tener un modelo con seguridad y lo más bello posible ya que la primera forma de aprendizaje es la imitación por lo que tenemos la responsabilidad como profes de ser clar@sy buscar la belleza en todas nuestras interpretaciones musicales.

 

La pedagogía Gordon apoya todo lo anterior confiando en el propio autoajuste del/la niñ@. Y nos ofrece propuestas de juego y de repertorio lo más variadas y atractivas posibles (como el del vídeo) para ayudar a avanzar en su propio proceso. ¡Ése es nuestro principal propósito como educar@s! ❤️